La crisis de los empleados federales por bloqueo presupuestario en EE. UU.

"Tengo que vivir", dice con tono amargo Diane Miller, de 74 a??os, en medio de un estacionamiento en los suburbios de Washington. A su lado, cientos de empleados federales, asfixiados econ??micamente por el bloqueo presupuestario en Estados Unidos, hacen fila frente a una distribuidora de ayuda alimentaria.

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Llega su turno, muestra su tarjeta de funcionaria del gobierno federal y recibe dos cajas: una de frutas y verduras frescas, otra de alimentos no perecederos. Una ayuda "necesaria" desde que su hoja de pago muestra la cifra "0".

Desde el 1 de octubre, gran mayor??a de los empleados federales est??n en paro t??cnico, no despedidos pero sin goce de sueldo, debido al "shutdown", el cierre del gobierno por la falta de acuerdo entre los republicanos de Donald Trump y la oposici??n dem??crata sobre el presupuesto estadounidense. "Es horrible, todos sufrimos por esto. He trabajado m??s de 50 a??os para el gobierno y ahora me encuentro aqu??, en esta fila, buscando comida. ??Sin esto, c??mo hago para comer?", dice Miller con los ojos brillando de ira.

Para apoyar a los funcionarios, se organizan repartos de alimentos en todo el pa??s. El mi??rcoles cerca de Washington, las m??s de 310 cajas, cada una con el equivalente a 75 d??lares en compras, fueron distribuidas en menos de una hora. "Hace apenas dos semanas estas personas recib??an un salario regular y llevaban una vida normal. De repente, se encontraron sin nada y hacen fila para recibir alimentos", suspira Dave Silbert, al frente del banco de alimentos que coorganiza la distribuci??n.

"Nadie merece ser tratado como lo estamos siendo actualmente", cr??tica Diane Miller, quien trabaja para la Fema, la agencia gubernamental movilizada en caso de desastres naturales, que ha visto sus efectivos reducirse desde que asumi?? Donald Trump. Para ella, ya no se trata de hacer gastos "innecesarios" , y mucho menos de ir al restaurante.??

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Cierre de Gobierno de EE. UU.

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En la fila de espera, Adrian, quien prefiere no revelar su apellido por temor a represalias, suelta en un torrente de palabras: "Apenas podemos pagar nuestros pr??stamos bancarios y con las facturas diarias, como el tel??fono y todo, es un efecto domin??. Necesito ayuda. No deber??a ser as?? despu??s de 33 a??os al servicio de mi pa??s". "Todo el mundo recibe su paga: los representantes, los senadores, mientras que nosotros, no. Si no nos pagan, ellos tampoco deber??an ser pagados".

Esta experta en derecho fiscal se??ala con el dedo la pol??tica de Donald Trump, y en particular los dr??sticos recortes en los empleos federales realizados a principios de a??o a trav??s de su comisi??n para la eficiencia gubernamental, Doge, encabezada entonces por el magnate Elon Musk. "Ahora todo el mundo nos ve como un enemigo, cuando solo estamos haciendo nuestro trabajo". "??Cu??nto tiempo va a durar esto?", se pregunta.

El bloqueo presupuestario, que ya se extiende por 22 d??as, es el segundo m??s largo en la historia del pa??s. La cuesti??n angustia a Amber, empleada de recursos humanos del ej??rcito estadounidense que no quiso ser identificada. "Tengo mucho miedo de que esto dure mucho m??s. Estoy en una situaci??n muy precaria, en pleno divorcio, y ahora, sin salario, me cuesta mucho llegar a fin de mes", dice

. Acaba de pedir prestados 20.000 d??lares para pagar alquileres. "Estoy aqu?? hoy porque tengo que alimentar bien a mis dos hijos...", comenta. "Si esto dura hasta las festividades de Acci??n de Gracias (finales de noviembre, ndlr), y luego hasta el invierno, ??ser?? una cat??strofe!" , a??ade Diane Miller. Con una sonrisa tensa, la septuagenaria suspira: "Hoy estoy triste de ser estadounidense"????

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AFP